Y ahora, ¿que?

No hace mucho tiempo alguien me decía que la pasión es sinónimo de muerte, solo porque una se desgarra de felicidad hasta esparcirla por todas partes o decide autodestruirse ante el objetivo no conseguido. Cualquiera que fuese la razón siempre que es con pasión termina con la razón y con la existencia física.

Me explicaban aquella vez que para el arte y sus manifestaciones se requiere de pasión para entenderlo, para vivirlo y expresarlo, que en ocasiones la emoción es tan intensa que de ahí es que se resuelven tantos artistas de casi cualquier disciplina fallecidos prematuramente por excesos o suicidios. Supongo que es difícil dejarse llevar por la pasión y no desbordarse a esos niveles. Habremos de cuidarnos de nuestra correspondiente empresa.
En torno a la pasión de la interpretación teatral y cinematográfica es que transcurre esta nota pues me tope con una bella y buena actriz que a escasos 48 años perdió la vida consecuencia de un exceso de barbitúricos, comprenderán que a estas alturas es complicado indagar si fue incidental o con toda intención, el caso es que el exceso y el deceso están dados sin remedios.
Margaret Brook Sullavan quien nació en 1911, actriz que contaba con el apoyo de su familia, se desarrollo fácil y exitosamente en el teatro de donde saltó al cine Hollywoodense con todos y cada uno de los filmes con gran éxito ( “Parece que fue Ayer”, “ Y ahora, ¿Qué?”, “Una Chica Angelical”, “Paz en la Guerra”, entre otras).

Al parecer una mujer de carácter fuerte o de grandes pasiones, discordantes con los cineastas lo que la hizo volver al teatro en 1943, pese a que empezaba a perder progresivamente la vista. En 1950 protagoniza su última película “Negra sombra”.

Estuvo casada con Henry Fonda, quien fue su compañero desde sus inicios, lo que no se reflejo en los dos meses que durara el matrimonio, también contraería nupcias con William Wyler y Lelan Hayward, hasta que finalmente dejo viudo a Kenneth Wagg.

Les dejo como siempre fotos y algún video de Margaret Sullavan.

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